Una mujer, al igual que un hombre, y los demás seres vivos, nace, crece, se reproduce y muere. Ivanna y Yudith, nacieron hace 17 años, se reprodujeron hace ocho y un mes, respectivamente, con el nacimiento de sus niñas; pero murieron cuando no debieron morir. Sus parejas les adelantaron el ciclo donde culmina la vida. Las asesinaron cuando aún no había salido el periodo de la adolescencia.
Jeniffer Matos, quien residía en casa de sus padres en el sector La Puya de Arroyo Hondo, fue asfixiada ayer domingo por su ex pareja , Orlando Agramonte, de 25 años, quien luego se suicidó ahorcándose de una viga.
El hecho ocurrió en el interior de una estafeta de la compañía Tricom, ubicada en la calle San Juan, en el Kilómetro 8 1/2 de la Carretera Sánchez, donde Agramonte trabajaba como guardián.
Estaban separados en los últimos cinco meses y hace ocho habían procreado una niña, según explicó la madre de la víctima, Judith Herrera Vásquez.
Herrera Vásquez narró que Agramonte llamó la mañana del sábado a su hija para decirle que pasara a buscar mil pesos por su lugar de trabajo para comprar una medicina de la niña, que estaba enferma, pero que al llegar las 8:00 de la noche y ésta no regresar iniciaron su búsqueda.
La búsqueda terminó la mañana de ayer cuando recibieron una llamada para decirles que habían encontrado los dos cuerpos en el interior de la caseta.
Al lugar llegó un médico legista y una unidad de la Policía, quienes realizaron los exámenes de rigor, como determinar la hora en que pudo haber ocurrido el hecho.
Fuentes: Listin Diario
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