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La estima del gobierno en peor momento




El mismo partido que publicó el árbol de la corrupción en la década del 80, con la prédica de la moralidad en el desempeño de la gestión pública, es el mismo del cual uno de sus fundadores, don Euclides Gutiérrez Félix, denuncia como acogotado por ese mal que tanto combatió bajo las directrices de su principal creador, Juan Bosch.
Y es el mismo que encabeza la cosa pública en el país, que designó una Cámara de Cuentas expulsada por manejos inescrupulosos y que, en un aparente empeño por corregir ese error, designó otra Cámara de Cuentas que todavía no ha cumplido tres meses de ejercicio y está bajo la lupa pública, después que sus miembros dispusieron de los bienes ajenos para asignarse montos cercanos a los RD$500 mil como una regalía pascual y un bono que no se ganaron.

Es el mismo partido de la moralidad cuyo presidente, en base a una prerrogativa prevista en la Constitución de la República, emitió un decreto de indulto que ha encontrado uno de los más amplios y unánimes rechazos, incluso de la Iglesia Católica, a través del misionero miembro de la Comisión de Indultos de la Procuraduría General de la República y de la máxima figura religiosa católica.
En esa dirección, es demasiado evidente que el Partido de la Liberación Dominicana, justo cuando se encamina a cumplir su 35 aniversario de fundación, anda por el campo abierto del descrédito, con el agravante de que lo preside Leonel Fernández, el más aventajado de los discípulos de Bosch, y al mismo tiempo presidente de la República en la que ocurren tales desafueros. ¡Quién lo creería!

Y resulta muy fácil adivinar que la estima pública del gobierno peledeísta está en uno de sus peores momentos, después de un año electoral en que hubo de todo, desde denuncias sucesivas sobre manejos irregulares en la administración, como el famoso contrato de la Sun Land, los pagos cuestionados a militantes del PLD en diferentes instituciones públicas, uso abierto de los bienes del Estado en la campaña electoral, como vehículos y combustibles (quejas y peleas por tickes de combustibles entregados en el patio del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, donde fue nombrado un notable miembro de la disidencia reformista).

Aunque propio del trato político de estos tiempos, pero cuestionable desde el punto de vista de las buenas y decentes formas del quehacer público, también ingresó al arsenal de los nuevos métodos y accionar del PLD la contratación de aliados políticos, siempre mediando un ingreso al Gobierno. Era la lógica de la retención del poder y la recuperación de pérdidas de aprobación popular y después de una dura lucha interna por el poder.

En medio de todo eso, y como regalo de fin de año a muchos dominicanos que no salen del asombro, el presidente Fernández dispone un indulto mediante el cual deja libres a condenados por fraudes, que no habían cumplido siquiera la mitad de las penas impuestas por los tribunales de la República.

Para coronarlo todo, designó a un ex convicto precisamente por corrupción, como asesor del Poder Ejecutivo en transporte, probablemente, en nombre de la paz ciudadana.
MOVIMIENTOS
Son muy variadas las líneas que se abren para la interpretación de las acciones del presidente Leonel Fernández que han movilizado a la opinión pública en rechazo de algunas medidas, como los indultos mediante los cuales fueron liberados Vivian Lubrano de Castillo, Antonio Marte, Pedro Franco Badía, Milcíades Amaro Guzmán y Gervasio de la Rosa.
Sobre Lubrano se habla de “razones humanitarias”, pero hay quienes las vinculan a cierto trato con uno de sus relacionados de Baninter por razones mediáticas. Sobre los condenados por la corrupción en el Plan Renove, se habla de un trato preelectoral con Marte, para neutralizar “sus fuerzas”.
Ello lo confirma el dato cierto de que Marte nunca guardó rigurosamente prisión.
Se mantuvo en su residencia de Los Ríos o en su retiro de La Vega.
En cuanto al resto, fue consultado con la cúpula del PRD, la cual concedió el aval. En efecto, la dirigencia del PRD y aliados ha sido muy cautelosa con estos hechos.
Si no una fervorosa aprobación, al menos el silencio.
Lo extraño es que no se incluyera a Fabio Ruiz, encerrado en la cárcel de Najayo, San Cristóbal. Ruiz fue presidente del Plan Renove.
La designación de Alfredo Pulinario Linares como asesor de transporte del Poder Ejecutivo está asociada a una idea estratégica sobre “la paz social” y el control de las rutas del transporte en Santo Domingo, con vistas a un año potencialmente conflictivo.
De todas formas, se trata de un aliado más para la “gobernabilidad” conveniente propia de estos tiempos.

Publicado Por Elcaribecdn.com

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